El término endometrio refiere a la capa de células y tejidos que recubren el útero (matriz) de las mujeres. Un crecimiento anormal e incontrolado de estas células y tejidos, se conoce como cáncer de endometrio o cáncer endometrial. Entre los reportes semanales de higiene y salud, se estima que este tipo de cáncer es el cuarto en la lista, con mayores muertes al año, después del cáncer mamario, pulmonar y colon. Existen dos variantes del cáncer de endometrio, el tipo I, se identifica claramente, por ser superficial, invasivo y sensible a la progesterona, este tipo suele tener buen pronóstico. El tipo II, suele ser más agresivo, porque invade internamente el endometrio, y resulta difícil identificarlo, siendo por esto el de mayor índice de mortalidad. La tasa de incidencia es mayor en mujeres que alcanzan los 50 años de edad, siendo la raza blanca la más afectada, por lo que se infiere un componente genético en la recurrencia de este tipo de cáncer.
El 18 % de las mujeres diagnosticadas con este tipo de cáncer de endometrio, mueren a causa de esta enfermedad.
No hay factores causales específicos que se han asociado con la aparición de cáncer de endometrio. Sin embargo, varios factores han observado que aumentan el riesgo de cáncer de endometrio en mujeres. La hormona femenina, el estrógeno, se cree que desempeña un papel importante en la progresión del cáncer de endometrio en el que el aumento de cantidades de estrógeno en el cuerpo puede dar lugar a cambios anormales.
Aquí algunos de los factores que contribuyen en la aparición de este cáncer:
Es común que luego de cierta edad ocurran cambios en el ciclo menstrual femenino y sus manifestaciones. Es importante estar alerta ante algunos signos:
El cáncer de endometrio, generalmente, se diagnostica con base en el examen físico y algunas pruebas diagnósticas específicas. El examen físico puede revelar cualquier anormalidad en el endometrio o de otras estructuras asociadas, mientras que ciertas pruebas específicas como la aspiración o la biopsia de endometrio, la dilatación y curetaje y una citología vaginal, se les recomienda, ya sea identificar la presencia de cáncer o para evaluar la severidad de la condición.
El tratamiento del cáncer de endometrio es individualizado en función de varios factores como la gravedad del cáncer, la edad de la mujer afectada, la propagación de cáncer, y la presencia de otros trastornos relacionados.
El método quirúrgico, más utilizado y de mejores resultados, consiste en la extirpación de las regiones afectadas del útero. El grado de eliminación se basa en la etapa del cáncer. Los casos tempranos y menor de cáncer pueden requerir la extirpación mínima mientras los casos avanzados pueden requerir la extirpación completa del útero. En algunos casos en los que el cáncer se ha diseminado a otros órganos reproductores adyacentes, tales como las trompas de Falopio o los ovarios, se requiere de una operación más amplia para eliminar todas las partes afectadas del sistema reproductivo se puede aconsejar.
La radioterapia con la exposición controlada de las regiones cancerosas a los rayos X también se puede recomendar en algunos casos. Esto se combina a menudo con el tratamiento quirúrgico para prevenir la recurrencia del cáncer de endometrio.
La quimioterapia que consiste en la administración de medicamentos contra el cáncer se aconseja en casos de estadios avanzados de cáncer de endometrio.
La intervención quirúrgica, suele ser el método más efectivo en el tratamiento de este tipo de cáncer
Exámenes pélvicos periódicos una vez que esté sexualmente activa ayuda en la detección temprana de los cambios anormales que se están produciendo en el endometrio. Esto es especialmente cierto si se nota cualquiera de los factores de riesgo mencionados anteriormente. Además, las mujeres que toman terapia de reemplazo de estrógeno también deben recibir un examen pélvico realizado a intervalos regulares.
La terapia de reemplazo hormonal (TRH) se aconseja generalmente en mujeres posmenopáusicas para contrarrestar los niveles hormonales alterados en el cuerpo. Si bien esto puede ser beneficioso en muchas mujeres, sí la TRH puede estar asociada con una mayor incidencia de cáncer de mama y otras anormalidades. Consulte a su médico para saber los pros y los contras de la terapia de reemplazo hormonal.
El consumo de píldoras anticonceptivas también suele recomendarse para disminuir el riesgo de cáncer de endometrio. La disminución del peso corporal, si es obeso o tiene sobrepeso disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio. El ejercicio regular también se observó ser beneficioso en la prevención de cáncer de endometrio.
Como mujeres debemos ser vigilantes de nuestros cambios en el ciclo menstrual, y siempre apostar al autocuidado. Si hay un sangrado vaginal irregular, dolores pélvicos sin razón aparente, infecciones recurrentes u obesidad, puedes estar padeciendo de cáncer endometrial. Consulta al especialista con frecuencia para evitar el desarrollo de enfermedades, como el cáncer endometrial.
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