La piel, como órgano más extenso del cuerpo, no se escapa de los requerimientos que ofrece una alimentación balanceada, en otras oportunidades se ha conocido que dietas deficientes en algunos nutrientes, pueden desencadenar la aparición de afectaciones dermatológicas. Es por esa razón que hoy en día, médicos especialistas en la piel, utilizan dietas específicas como tratamientos coadyuvantes a los tratamientos que requiere el paciente según la patología dérmica que manifiesta.
Es común considerar la irritación, las manchas y sequedad, como los problemas de salud más frecuentes en la piel, que pueden manifestar alarma en las personas, desde el punto de vista estético. Sin embargo, una piel sana tiene que ver más, con la salud del cuerpo en general. Su apariencia pudiera ser el delator de una alimentación deficiente, por consiguiente los alimentos y nutrientes que favorezcan el buen funcionamiento del organismo, también serán beneficiosos para la piel, según lo afirma el dermatólogo español, Dr. Martínez-Amo. La piel es un órgano de protección que cubre toda la superficie del cuerpo, y su estructura va cambiando con el paso de los años, y sus funciones varían de acuerdo a su ubicación, a consecuencia de las características en cuanto al grosor, textura y color.
Las funciones que cumple la piel en nuestro cuerpo, son importantísimas, el Dr. Juan Honeyman, Profesor Titular de Dermatología Universidad Pontificia Católica de Chile, nos habla de algunas de ellas, entre las que se resaltan:
Siendo un órgano tan importante para la protección de nuestro cuerpo resulta indispensable conocer como debemos cuidarla.
Es bien conocido que la principal fuente de nutrientes para cualquier ser viviente, son los alimentos. Son ellos los que proveen las sustancias que mantienen las funciones vitales y nutren los tejidos para mantener su actividad. La piel, de acuerdo a sus características fisiológicas y estructurales requiere nutrientes específicos de forma permanente, entre los que se pueden mencionar, las vitaminas, aminoácidos, péptidos, agua y alimentos ricos en antioxidantes, que se encuentran principalmente en frutas, verduras, cereales y hortalizas. Son estos alimentos evitan la acción de los radicales libres en la piel.
Entre el grupo de vitaminas que requiere la piel, y sus características, estudiadas por la doctora V. Estrella, Jefa de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Dermatología, de Histología y Embriología, en la Universidad Nacional de Rosario, encontramos:
Vitamina liposoluble. Se obtiene principalmente de vegetales y frutas, que contienen los llamados carotenoides, específicamente betacarotenoides. Se reconocen por sus vistosos colores, amarillos, rojos y naranjas. Esta vitamina favorece los procesos de cicatrización y defensas inmunológicas de la piel.
Los principales precursores de la Vitamina A” o betacarotenos, que son los que se encuentran en los alimentos señalados en las líneas siguientes.
O ácido ascórbico, es un antioxidante natural, hidrosoluble, sus beneficios están asociados al retraso en el envejecimiento de la piel, a la producción de colágeno y colabora con la absorción de ácido fólico. Por ser una vitamina que no puede sintetizar el cuerpo, sólo puede ser obtenida a través de los alimentos.
Se encuentra en alimentos como:
Es una de las vitaminas antioxidante por excelencia, liposoluble, y entre sus beneficios se reconocen que pueden ser protectores de los rayos UV, retrasa el envejecimiento e incluso se conocen efectos de micro activación de la circulación, con la aplicación local.
La fuentes de vitamina E son variables, se obtiene de
Los integrantes de este complejo, lo integran las vitaminas B3 y B6, respectivamente, hidrosolubles, y están asociados a la preparación de la piel para la exposición al sol, y equilibrar la secreción grasa.
Es importante conocer que la piel puede sintetizar la vitamina D, a través de la exposición al sol, lo que resulta indispensable para la fijación del calcio
La vitamina D, la sintetiza la piel a través de una reacción fotoquímica, es decir, sin la luz ultravioleta, difícilmente se podrá obtener esta vitamina, sin embargo se conoce que la clara de huevo y los peces azules, como el salmón, son alimentos que pueden contenerla.
Los minerales representan una fuente nutritiva importante para la estructura de la piel, siendo el selenio, zinc y calcio, entre los más importantes, incluso se han implementado en la cosmética, para aprovechar sus beneficios.
Es un mineral asociado principalmente a los huesos, sin embargo, en asociación a otros elementos, puede atribuirle a piel múltiples beneficios a la piel. Se le atribuye funciones en el mantenimiento del equilibrio de agua en las células epiteliales, favoreciendo la retención hídrica. Además le otorga resistencia, para contribuir con su función protectora. Su fuente principal es de productos lácteos, así como también se ha encontrado en lentejas, soja y frutos secos.
Cuando se hace referencia a la importancia de los alimentos y frutas antioxidantes, viene dado a su función en contra de los radicales libres. Son moléculas altamente reactivas, que pueden causar una desorganización celular importante, en los tejidos, y están asociados principalmente a la degeneración del tejido y muerte celular. En la piel puede manifestarse con la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad, entre otros efectos.
Quizás uno de los efectos más visibles de la acción de los radicales libres en el efecto de la piel envejecida, que va más allá de la aparición de arrugas. También hay pérdida progresiva de la elasticidad, cicatrización lenta de las heridas, disminución de la función dermoprotectora y termorreguladora. Los radicales libres los puede producir el mismo organismo, como resultado del metabolismo, o bien, pueden aparecer por agentes externos, siendo la mala alimentación uno de ellos, de allí que una alimentación saludable, rica en alimentos buenos para la piel es vital para su salud.
Los alimentos para tener una piel sana, son innumerables. Lo importante es reconocer los nutrientes que requiere nuestra piel, y consumir una dieta rica en alimentos antioxidantes que le aporten todos los beneficios, para un buen funcionamiento, evitando ante todo, hábitos que pueden afectar la salud de la piel, como la exposición prolongada al sol, el tabaquismo y el alcohol.
Incorpore en su dieta frutas cítricas, y de colores llamativos como amarillos, rojos, naranjas, hortalizas y vegetales, principalmente aquellos de hojas verdes, frutos secos en todas sus variedades, aceites de oliva o girasol, pescados azules y mariscos, alimentos de origen lácteo, huevos, entre otros, sin olvidar la pieza fundamental, el agua.
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